Dr. Marcelo Gandarillas F.
Cirujano Dentista Universidad de Valparaíso
Endodoncista
Universidad Andrés Bello
Docente cátedra de Endodoncia
Universidad de Valparaíso
Dra. Karin Steinfort.
Cirujano Dentista Universidad de Valparaíso
Endodoncista
Universidad Andrés Bello
Profesor Posgrado endodoncia
Universidad San Sebastián
Tratamiento de conducto
Conservación del diente natural, evitando así la necesidad de extraerlo.
El tratamiento de conducto consiste en la eliminación total de la pulpa dental (nervio) debido a caries profundas, fracturas, entre otras causas. El canal limpiado, luego es sellado para impedir el crecimiento de bacterias. En ocasiones también es necesaria por fines protésicos (coronas o puentes fijos).
El Dr. Marcelo Gandarillas, es profesor de la Universidad de Valparaíso y la Dra. Karin Steinfort, profesora de la Universidad San Sebastián ambos con basta experiencia en su especialidad con un trato amable y humano destacado por nuestros pacientes. Tendrás especialistas de excelencia en quien confiar, en RED IMPLANTOLOGIA apostamos por CALIDAD a tu alcance.
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¿Qué es un Tratamiento de Conductos?
Endodoncia: Reparación y prevención
Un Tratamiento de conductos o Endodoncia, consiste en la extirpación de la pulpa dental comúnmente conocida por nervio, y la limpieza, tallado y desinfección del espacio dejado por esta, tanto en la corona del diente como en las raíces (conductos), con el fin de controlar una inflamación aguda, infección existente o prevenir una infección futura. Estas infecciones o inflamaciones algunas veces son muy dolorosas, pero otras veces no, y descubrimos el problema solo a través de radiografías o clínicamente. Esa es una de las razones por la cuales los controles que incluyan radiografías son importantes. El localizar y tratar una enfermedad del nervio a tiempo permite evitar su extracción.
Cuándo tengo que hacerme un tratamiento de conductos
Es necesario realizar el tratamiento de conductos cuando la pulpa dental se encuentra inflamado o infectado. Esto ocurre cuando los dientes se encuentran con restauraciones (tapaduras) profundas, caries profundas, trauma agudo (golpes o caídas) o crónico (bruxismo o secuela de golpes), etc.
Cuándo tengo que hacerme un tratamiento de conductos
Es necesario realizar el tratamiento de conductos cuando la pulpa dental se encuentra inflamado o infectado. Esto ocurre cuando los dientes se encuentran con restauraciones (tapaduras) profundas, caries profundas, trauma agudo (golpes o caídas) o crónico (bruxismo o secuela de golpes), etc.
¿Cuáles son las posibles complicaciones?
En general posterior al tratamiento de conductos, sólo se producen leves molestias postoperatorias que se manejan con analgésicos. En algunos casos, sobre todo cuando los dientes están infectados, se pueden producir “agudizaciones” entre sesiones, con dolor y aumento de volumen facial (hinchazón). Se disminuyen las posibilidades de que esto ocurra cuando los pacientes consultan con el máximo de antelación posible (cuando tienen los primeros síntomas) antes de que los dientes se infecten o de que presenten infecciones avanzadas. También para evitar estas complicaciones, en Red Implantología trabajamos con la más alta tecnología en magnificación, e instrumentos y materiales de última generación, que permiten controlar la infección y a su vez tratar y conservar el máximo posible de estructura dentaria.
Una de las complicaciones más frecuentes es la fractura dentaria que ocurre principalmente por la no realización por parte del paciente de las restauraciones o prótesis necesarias para devolverle al diente su resistencia y función, posterior al tratamiento de conductos, o por la no realización de la restauración correcta para cada caso. En Red Implantología se planifican restauraciones de alta calidad y tecnología, que permiten el mejor pronóstico posible del diente a largo plazo.
¿Se pone negro el diente después de un tratamiento de conductos?
Antiguamente, los dientes con tratamientos de conductos con el tiempo sufrían de un cambio de coloración a gris-negro. Esto ocurría principalmente por que se utilizaban materiales en base a yodoformo, que ya no se utilizan. Esto también puede ocurrir cuando un tratamiento no es bien realizado y queda tejido infectado dentro del diente o material de relleno donde no corresponde.
En caso de sufrir trauma agudo dentario, por accidentes o golpes, si se pudiera producir un cambio de coloración asociado al daño pulpar sufrido por el diente; igualmente cuando las infecciones dentro del diente llevan mucho tiempo de evolución.
En algunos casos, para recuperar la estética, será necesario realizar una carilla o prótesis fija (corona).
¿Los tratamientos de conductos duelen?
Un tratamiento de conductos es más molesto en la medida de que el paciente llegue con dolor.
Con controles odontológicos frecuentes y gracias a la Radiografía Panorámica podemos tener una visión general de la boca del paciente y detectar caries y/o infecciones que aún no dan síntomas. En estos casos el tratamiento es más bien indoloro, con leves molestias postoperatorias que se manejan con analgésicos.
En Red Implantología utilizamos la mejor marca en anestesia Septodont, que aseguran un buen control del dolor intraoperatorio.
Enfoque Red Implantología para los tratamientos de conductos
Fieles a nuestra consigna de entregar una atención de alta calidad y evitar al máximo el dolor y experiencias traumáticas, todos los tratamientos endodónticos en Red Implantología son realizados por especialistas, que además somos docentes universitarios. Con un enfoque empático y apoyando a nuestros pacientes, nos esmeramos en brindar la mejor tecnología disponible en visualización, desinfección, conformación y relleno de los conductos, logrando tratamientos de altos estándares de calidad.
¿Cuántas sesiones y de cuánto tiempo se necesita para el tratamiento?
Dependiendo del diagnóstico y el tipo de diente, una o dos sesiones de 60 minutos cada una. En caso de infecciones ya establecidas, o de pacientes con compromiso de su sistema inmune, se podría necesitar una o dos sesiones extra.
¿Cuánto tiempo me puede durar un diente con tratamiento de conductos?
Se considera éxito cuando un diente con tratamiento de conductos se mantiene en función normal durante 10 años, pero puede durar mucho más.
Dependiendo del diagnóstico, tipo de diente y tipo de restauración (tapadura o corona), se pueden tener tasas de éxito entre 80 y 95%. La realización pronta de la restauración definitiva es vital para un buen pronóstico del tratamiento.
¿Qué debo comentarle al Especialista antes de realizarme un tratamiento de conductos?
Si tengo alguna enfermedad como diabetes, hipertensión o alguna enfermedad autoinmune, dolor en la mandíbula al abrir la boca, si tomo algún medicamento o soy alérgico a algún medicamento, si he sido operado alguna vez y si he tenido problemas durante la anestesia dental.
Otras preguntas frecuentes de nuestros pacientes
Los conductos se pueden calcificar por trauma, por envejecimiento y por tapaduras profundas o desgastes profundos. La mayoría de las veces el tratamiento se puede realizar de todas maneras, pero se requiere de tecnología extra como el microscopio clínico y el ultrasonido para soltar las calcificaciones. El no utilizar la tecnología correcta puede llevar a un tratamiento incompleto o a la perforación del diente tratando de “buscar” los conductos calcificados.
El diente queda muy parecido a cómo se veía/sentía antes del tratamiento de conductos, pero biológicamente es muy diferente. El diente sigue sintiendo al masticar, estéticamente también se ve similar, pero ya no tiene capacidad de respuesta frente a caries, por ejemplo.
Un diente que necesita un tratamiento de conductos tiende a ser un diente que ya ha sufrido daño y pérdida de estructura. Eso se suma a que la eliminación del “nervio” produce una disminución de la hidratación del diente que lo hace ligeramente más frágil.
El motivo principal de fractura es la no realización de la restauración definitiva del diente posterior al tratamiento. Otra de las razones es porque la indicación de la restauración no fue la correcta para el caso (requería de mayor protección de la que fue entregada). Por último no podemos dejar de considerar el factor bruxismo: somos capaces hoy de fracturar dientes sanos y con mayor razón podríamos fracturar un diente con tratamientos odontológicos.
En algunos casos el tratamiento de conductos en una sola sesión es la opción ideal; ya que permite dejar en la misma sesión el diente sellado y libre de bacterias. En otros casos, cuando el nervio está infectado, se requiere de más sesiones. Nuestra visión, avalada por el conocimiento científico actual, es realizar el tratamiento en la menor cantidad posible de sesiones, ya que mejora las probabilidades de mantener el diente a largo plazo.
El espacio que ocupan los conductos es de muy pequeño tamaño (meno de medio milímetro), generalmente se trabaja en base al tacto y a las radiografías. El contar con un microscopio permite agrandar el diente hasta 20 veces, lo que cambia completamente la percepción de los conductos para el tratante: se deja de “intuir” la forma, posición y cantidad de conductos y se empieza a “ver” todas estas características. Esto aumenta la calidad del tratamiento, de la desinfección, de la cantidad de conductos que se logran tratar, etc.
Si alguna vez se han realizado un tratamiento de endodoncia habrán notado que le posicionan en la boca una goma de color verde o azul, a veces con olor a menta. Esta goma es literalmente el campo quirúrgico para poder trabajar sobre el diente en un campo “estéril”. Permite por un lado poder limpiar y desinfectar sin que los desinfectantes salgan a la boca, ya que son muy cáusticos, y por otro lado, nos permite trabajar sin que se me introduzcan bacterias de la boca al interior del diente. Es un requisito ineludible para realizar un tratamiento endodóntico según la sociedad de endodoncia de chile.
La limpieza y desinfección de los conductos se realiza por un lado, trabajando las paredes del interior del diente con instrumentos llamados limas, pero la parte más importante de la desinfección consiste en la desinfección mediante líquidos, que producen la salida de restos pulpares y de material infectado, además de muchas veces producir la muerte misma de las bacterias.
Al comentar a los pacientes sobre dientes con enfermedad pulpar (del nervio), muchas veces nos preguntan si acaso no sería mejor extraer el diente y poner un implante para “solucionar el problema de una sola vez”. Nuestro ideal como profesionales de la salud oral, sería que nuestros pacientes tuvieran todos sus dientes sanos, vitales, con encías saludables y sin restauraciones. Ese sería nuestro ideal, pero la realidad dista mucho de esto. Frente a la aparición de enfermedad sobre los dientes, debemos intervenirlos para poder conservar su función y estética.
Gran parte de los dientes que presentan enfermedad pulpar pueden ser conservados y mantenidos en el diente libres de infección y dolor. Si se realiza un buen tratamiento endodóntico y una restauración correcta, podemos tener un muy buen pronostico de los tratamientos. Esa sería una de las razones por la cuales vale la pena realizar el tratamiento. Nuestra expectativa de vida es cada vez mayor, el realizar tratamientos lo mas conservadores posibles, nos permite seguir teniendo alternativas de tratamiento a medida que los pacientes van avanzando en su vida. Si en algún momento el diente con tratamiento de conductos presenta problemas, casi siempre tenemos la opción de extraerlo y posicionar un implante, pero ya le dimos más tiempo de vida a la dentición y una nueva oportunidad.
Por otro lado, los diente con tratamiento de conductos no tienen sensibilidad por ejemplo, frente a caries o cambios de temperatura, pero si tiene sensibilidad a la masticación, esto es bueno para la percepción que tenemos de nuestra alimentación, e incluso frente a bruxismo, pudiendo alertar cuando se produce un choque o golpe fuerte entre diente y diente. Un implante es la mejor alternativa para recuperar un diente perdido, pero jamás va a superar a la sensación y seguridad que aporta la dentición natural.