A menos que la cirugía requiera de una rehabilitación y regeneración complicadas, que provoque una inflamación excesiva de la zona intervenida, al día siguiente de la colocación de los implantes puede hacerse vida completamente normal. Es más, en casos de uno o varios implantes simples, y siguiendo las indicaciones del doctor, no se debería sentir ningún tipo de dolor, ni inflamación que afecte nuestra rutina laboral.