La carga inmediata es una técnica utilizada en Implantología que permite al cirujano colocar el implante y cargar posteriormente un diente fijo provisional. Esto puede ser inmediatamente después de la cirugía o incluso hasta 48 horas después. Es posible hacer de un diente o todos los dientes.
Una vez que el paciente tiene la corona provisional, será necesario esperar 3 a 4 meses para colocar el diente definitivo, que es el tiempo que dura el proceso de osteointegración del implante en el hueso.
La principal ventaja de esta técnica es que el paciente puede disponer de la pieza dental poco tiempo después de haberse sometido a la cirugía. Además, cuenta con un diente fijo en lugar de una prótesis removible, que se mueve y es más incómoda.
Estos beneficios ayudan a la persona que se somete a la cirugía a mantener su rutina habitual tanto a nivel funcional –que incluye la capacidad masticatoria y fonética- como a nivel estético.
Por último, las piezas provisionales servirán para, ante cualquier emergencia o accidente, tener un diente de reemplazo inmediato, pues sólo sirven para el caso particular. Por eso, deben ser entregados al paciente, una vez se termina el tratamiento.