La toma de anticoagulantes no supone una contraindicación a la hora de colocarse implantes, aunque debe estudiarse cada caso de manera individual: patología de base por la que toma dicha medicación, dosis, posología y tipo de anticoagulante.
En muchos casos, es necesario consultar con el hematólogo o médico tratante. Éste es el profesional más adecuado para indicar si el paciente puede someterse al tratamiento y, en el caso de que esta respuesta sea positiva, determinar si es necesario modificar la pauta de uso de los anticoagulantes.