Es conveniente esperar aproximadamente dos horas o hasta que pase el efecto de la anestesia para empezar a comer o beber algo. Además, durante el primer día se recomienda la ingesta de dieta blanda y fría (la comida o bebidas calientes pueden causar molestias).
A partir del segundo día, ya se puede empezar a comer y beber con más normalidad aunque siempre siendo cauto con la masticación en la zona intervenida.