El profesor Per-Ingvar Brånemark fue un médico investigador sueco, conocido por ser el inventor de la Implantología moderna. Sin embargo, su invención se trató más bien de un descubrimiento fortuito que se produjo en 1952 cuando investigaba el proceso de cicatrización de los conejos. Para llevar a cabo su investigación, el profesor Brånemark introducía cámaras ópticas fabricadas en titanio en las patas de los animales. Su sorpresa fue descubrir que pasado un tiempo era incapaz de extraer las cámaras ya que éstas se habían soldado en el hueso de los conejos. A este proceso lo denominó oseointegración.
Tras este experimento, Brånemark quiso comprobar cómo su reciente descubrimiento actuaba en el cuerpo humano, para lo cual los miembros de su equipo decidieron implantarse piezas de titanio en los antebrazos, comprobando, así, la solidez de la integración.
Fue así como en 1965 se realizó el primer implante dental en un paciente humano, hasta que por fin, a mediados de los años 80 se extendió su práctica para sustituir piezas dentales faltantes.
El profesor Brånemark falleció el 20 de Diciembre de 2014 y visitó varias veces nuestro país.