La duración habitual del tratamiento de implantes dentales en aquellos casos en los que se dan las condiciones ideales de cantidad de hueso maxilar disponible es de 3 a 4 meses, periodo que se corresponde con el tiempo que necesita el implante para integrarse con el hueso.
En aquellos casos en los que es necesario llevar a cabo un procedimiento regenerativo, como una elevación de seno o una regeneración horizontal o vertical de hueso, la duración del tratamiento aumentará.
Así, si nos encontramos con un caso en el que no existe nada de hueso, primero habría que regenerar la zona introduciendo hueso artificial, esperar a que cicatrice durante 4 a 6 meses y después colocar el implante y esperar otros 3 a 4 meses de reparación, antes de colocar la corona (7 a 10 meses).
Sin embargo, si, a pesar de necesitar un injerto de hueso artificial, existe la suficiente cantidad de hueso como para poder anclar un poco el implante, el tiempo de cicatrización del implante (3 meses) y el de la regeneración (6 meses) se superponen (implante + injerto al mismo tiempo), por lo que la duración final para poder colocar la corona serían 6 meses.